La gente tira a la basura cosas estupendas. A lo mejor a primera vista no lo parecen, pero le echas un poco de imaginación, una pintura por aquí, un papel por allá y lo que parecía un cubo blanco y roñoso ¡se convierte en mueble para la entrada!
Con esta entrada vuelvo a participar en Diogeneras (el noveno desafio ya), una página que nos propone unir reciclaje y creatividad al menos una vez al mes.
Encontré este cubo en la basura y decidí hacer un mueble para la entrada con él. Los pasos los podéis seguir para cualquier mueble al que queráis cambiar el look. Primero lo lijamos y le damos una capa de imprimación, en este caso, al ser aglomerado, tiene que ser una imprimación todo terreno.
Fijáos en este truco. Si ponemos papel albal en la cubeta luego será más fácil de limpiar. Se quita el papel y a volar. Como es un mueble muy liso fue más sencillo usar rodillo.
Una vez aplicada la imprimación, lijamos lijeramente un poco y aplicamos una pintura en esmalte. Yo usé un color crema.
Para el fondo del mueble elegí un papel a juego y lo pegué con cola blanca. Aplicando también cola blanca por encima a modo de protección
Circulaban por mi casa unas patas negras que compré para otro proyecto y que al final no usé, por lo que repetí el mismo proceso que con el mueble: lijar, imprimar, lijar, pintar.
Y ya solo hay que atornillar las patas al mueble.
¡Y aquí está colocadito!¡Espero que os guste!